En la cultura japonesa, el Matcha es un polvo de té verde. Para mí, es todo un Mike Wazowski (c’mon…. no me digáis que ese color verdoso no os recuerda al monstruo?!). Se extrae de las puntas de las plantas de Camellia, se cuece al vapor y, finalmente, es molido a la piedra en un polvo muy muy fino. Chicas, nuestro Mike Wazowski es todo un elixir de antioxidantes y se lo considera un alimento milagroso.
Decidido, por las mañanas cuando te despiertes con los pelos de punta, menos gritos y mas matcha, muchacha!
Ps: No he utilizado los utensilios ni la rutina tradicionales. Es una versión “Matcha Smoothie”.
2 o 3 cucharaditas de Té de Matcha
1/4 de vaso de Agua
200 ml de Leche de Soja
Una pizca de Canela en polvo
Bate (o remueve) el Matcha y el agua para que te quede una masa espesa.
Mezcla la leche de soja y el Matcha en un recipiente (un ex-pote de mermelada, por ejemplo), tápalo y agítalo. Como si de un cocktail se tratara….
Vierte la mezcla en un vaso con cubitos de hielo y añade una pizca de canela….. mmm…. 🙂