Me gusta un poco de pastel por aquí y por allá. Los pasteles (cualesquiera) siempre caen bien… Me gustan, aunque no siempre me han gustado (tanto), no sólo porque saben muy bien (y lo hacen…. algunos-casi-todos-menos-los-de-sobre….), sino porque me encanta esa mirada de pillín, de “aquí te pillo, aquí te mato”, que se nos sale de los ojos cuando vemos, olemos y probamos un pastel. Me encanta la forma en que muchas personas protestan débilmente con la típica “pero solo un poco…” y luego lamen limpio el plato. Nadie no debería “no permitírselo”. El segundo trozo debería venir de regalo, al igual que los champús de oferta.
También me encanta la forma en que los pasteles son especiales. La gente celebra buenos momentos, buenas noticias, cumpleaños, bodas y demás celebraciones con un BUEN pastel. Cuando estás triste, decaída, te ha dejado el novio, te has peleado con alguien o ha sido un mal día (de esos que matarías al arquitecto que se las ingenió para solo poner duchas en los pisos modernos… ¿Dónde han ido a parar las bañeras? ¿¿Y los bidés??), te comes un pastel. Y bien que sienta. ¿Qué novio? ¿Pelea de que? ¿Bañera? pff… no la necesito, tengo PASTEL.
He aquí mi pastel más preferidisisimo (la explotación de superlativos creo que deja clara mi adoración): El CARROT CAKE. Lo tiene todo (zanahorias, especias, dulce, un poco de salado….) en un bocado blando, húmedo casi, que explota con sabores y crujientes texturas (al carrot cake DEBE ponerse nueces, gente). Espero que os guste tanto tantísimo como me gusta a mi.
Ps: A falta de novio, aquí tenéis al acompañante perfecto 😉
200 gr de Azúcar Moreno
200 gr de Azúcar Blanco
3 huevos
300 ml de Aceite
300 gr de Harina
Levadura
100 gr de Pasas/Sultanas
150 gr de Nueces (sin cascara) picadas
3 cucharaditas de Esencia de Vainilla
2-3 cucharaditas de Canela en polvo
2-3 cucharaditas de Jengibre molido
Una pizca de Sal
500 gr de Zanahorias ralladas
Icing (para cubrir) – Opcional
Precalienta el horno a 170ºC .
En un bol, junta el azúcar, los huevos y el aceite y bate los ingredientes hasta que estén bien mezclados (no te preocupe si la masa queda un poco dividida).
Añade la levadura, las especias, la esencia de vainilla y la sal. Continua batiendo para que los ingredientes queden bien mezclados en la masa. Poco a poco, agrega la harina. Mezcla haciendo forma de ochos con la espátula, para asegurarte de que quede bien incorporada. Una vez estén todos los ingredientes mezclados en una masa homogénea, vierte las zanahorias ralladas, las pasas y las nueces picadas.
Vierte la mezcla en un molde para pasteles “barnizado” con mantequilla (para que el culo no se te pegue al sacarlo del horno!) y mételo en el horno.
Deja que se hornee el pastel durante una hora o hasta que esté dorado y rebote al palparlo. Por si a caso, comprueba que el pastel se esté haciendo, pinchando un palillo o un tenedor en el centro a cada cuarto de hora.
Cuando saques el pastel del horno, deja que se enfríe antes de desmoldarlo. Pasado una hora (o más, si tienes paciencia), el pastel estará lo suficientemente frío para glasearlo con Icing.
Personalmente, os sugiero que espolvorees polvo de canela sobre el glaseado y (¿porqué no?) lo decores con nueces por fuera…. Bon appétit!!