Faltan 12345678987654322345 días para que llegue el verano. Calzamos botas, nos abrochamos el plumón más gordo y nos enrollamos lo que parecen ser mantas (porque de bufanda tienen poco….) alrededor de nuestros cuellos. Sin embargo, las tendencias ya empiezan a bombardearnos con biquinis y prendas ligerillas y nuestro reloj biológico contemporáneo se estresa, se agobia, se estira de los pelos (si tiene) y llora: Maldita operación bikini.
Que nos pongamos manos a la obra, ya son historias que me guardo para otro capítulo. Personalmente, ya estoy harta de tanta parafernalia estética. Me resisto a calzarme las botas, abrocharme el plumón y a enrollarme la primera alfombra que encuentre por casa.
Discursitos aparte, aquí os dejo una receta fácil y “sana”. Sana porque lleva uno de los “cinco verdes al día” (en realidad 3), pero dudo que bases la operación kamikaze solo en este smoothie. Aunque, con lo bueno que está, no me lo hagas pensar dos veces….
3 Plátanos maduros
2 cucharadas de Azúcar Moreno
1 cucharadita de Esencia de Vainilla
25 gr de Avellanas (Machacadas/molidas)
100 ml de Leche de Soja
2 cucharadas de Miel
Canela en polvo
Con un tenedor, aplasta los plátanos maduros para obtener un puré suave.
Añade el azúcar, la esencia de vainilla, un poco de canela y las cucharadas de miel. Tritura y mezcla los ingredientes con una batidora eléctrica. Agrega la leche de soja y mézclala con los demás ingredientes para que el zumo se vuelva más líquido.
Machaca/triturar las avellanas en trozos muy pequeñitos. Añádelos a la mezcla.
En un vaso, mete unos cubitos de hielo, vierte el batido y espolvorea un poco de canela para darle un toque.
Y a disfrutar!