Hola, me llamo Aguacate y soy una fruta. Hola fruta. Estoy aquí (y debería estar en tu barriga también) porque soy una fuente de Potasio y Vitamina A, lo peto con los minerales (como el Hierro), mi BF es el corazón -a quién protejo de los matones que le roban el bocata- y estoy muy bueno (literalmente). Ah, se me olvidaba, también tengo superpoderes y lucho contra villanos como la diabetes (con mis rallos de Vitamina E), las arrugas (con mi fuerza Omega-9) o la artritis (con mi pistola, que dispara grasas monosaturadas*). Buen curriculum, eh?
*Acabo de imaginarme la pistola y no me ha venido una bonita imagen. Da lo mismo.
Pan (el que quieras, tu preferido, el que te haga más gracia, ese que siempre ves expuesto pero nunca compras porque recaes en la endiosada baguette…. ese mismo!)
1 Aguacate
1/2 Limón
Aceite de Oliva
Sal Maldon
Pimienta Negra Molida
Corta una, dos (todas las que veas capaz que aguantará tu estomago… 100?) rebanadas de pan. Tuéstalo.
Mientras el pan se está tostando, prepara el mejunje de aguacate. Córtalo por la mitad y sácalo de la “cáscara” con una cuchara. Echa el aguacate en un bol y exprime el zumo de medio limón. Machaca el aguacate para que éste se haga puré.
Vierte un chorrito de aceite de oliva sobre la(s) tostada(s), unta el aguacate y sazona con sal y pimienta.
Sí, así de fácil es.